Un hombre fue agredido a golpes y baleado el pasado sábado frente a la presidencia municipal de Tepeojuma. La familia del agraviado informó que a pesar de que los policías municipales fueron testigos de la agresión se negaron a detener a los agresores, a un hombre llamado Calixto y a otro identificado como Juan, alias Juanito, por lo que señalaron al Ayuntamiento, que preside Manuel Gil García, de omisión y denunció públicamente el caso. 

De acuerdo con la familia de Antonio, minutos antes de las 12:00 horas, el hombre cruzó a unos pasos de la presidencia cuando fue interceptado por Calixto y Juan, quienes lo metieron a una casa por la fuerza, ahí fue golpeado con una varilla. Antonio como pudo escapó y llegó hasta una tienda. 

Hasta allí fue seguido por Juanito, quien portaba un revólver. Juan disparó varias veces en contra de Antonio, le metió un balazo en el pie izquierdo. Antonio cayó al suelo y su agresor se colocó cerca de él y lo amagó con la pistola, haciendo hincapié en el cumplimiento de la orden de Calixto. 

Juan no mató a Antonio porque justo en el momento en el que le apuntó con el arma llegaron los policías municipales, quienes en vez de detenerlo le permitieron que se retirara, con todo y la pistola. 

Antonio acudió a presentar la denuncia formal correspondiente y después fue llevado al hospital, porque la bala quedó incrustada y necesitaba una intervención quirúrgica. 

La mayor molestia del hombre atacado y de sus familiares fue la incompetencia de la policía local. Aseguran que no es la primera vez que se niegan a proceder en contra del sujeto identificado como Calixto.

EL ORIGEN DEL PROBLEMA 

De acuerdo con los informantes, el problema es la disputa familiar por una casa ubicada en el Centro de Tepeojuma, a unos metros de la presidencia. La esposa de Calixto murió y heredó la casa a una de sus hijas de nombre Bertha (quien cuenta con las escrituras). Ella realizó mejoras considerables al inmueble con dieron de su esposo e hijo. 

Sin embargo, Calixto y otros de sus hijos ahora reclaman ese inmueble y eso ha dado pauta a repetidas agresiones en contra de Bertha y ahora en contra de su esposo, Antonio.

En semanas pasadas Bertha fue golpeada por sus familiares, también en aquella ocasión solicitó el apoyo de la policía, pero los uniformados se negaron a intervenir y dejaron que los agresores quedaran impunes, argumentando que era “tema familiar”. 

La familia de los agraviados exige a la Fiscalía General del Estado (FGE) una investigación profunda para detener a los agresores, sobre todo ahora que existe una denuncia por el intento de homicidio que sufrió Antonio.