El ex secretario de Gobernación mencionó que de acuerdo con un estudio reciente, se estima que 12.2 millones de personas, como resultado del impacto económico de la crisis sanitaria, caigan en situación de pobreza.

El estudio referido, “Magnitud del impacto social del COVID-19 en México, y alternativas para amortiguarlo”, asegura que las cinco entidades que concentrarán el mayor impacto de la crisis serán Estado de México, con 1.9 millones de personas adicionales en situación de pobreza, seguido Veracruz (un millón), Puebla (786 mil), Guanajuato (726 mil) y Ciudad de México (657 mil).

Aunque reconoció que se están analizando soluciones a largo plazo para atender las necesidades alimentarias previas y ocasionadas por la pandemia, sostuvo que lo que se plantea con esta iniciativa es implementar una estrategia de distribución de alimentos para que, en este momento, “nadie se quede sin comer”.

Para la instalación y operación de esta estrategia, acotó, es necesaria la incorporación de todos los sectores; además de los gobiernos estatales y municipales, las alcaldías de la Ciudad de México, los congresos locales y el Instituto Nacional Electoral —a quienes va dirigido concretamente el exhorto—, de las empresas, los mercados, las centrales de abasto y las organizaciones de la sociedad civil.

La propuesta se llevaría a cabo entre fases: primero, buscando que los bancos de alimentos reciban más y mejores donaciones y estableciendo una línea de atención telefónica; segundo, habilitando semanalmente servicios de entrega de alimentos sobre ruedas a través de vales, y apoyándose logísticamente con empresas como Amazon, DHL, Rappi y UBER EATS; y finalmente, mediante comedores escolares y comidas comunitarias.

“La idea es empezar a discutir esto, la situación económicamente se ve cada vez más complicada”, afirmó.

En el documentado que presentó el diputado federal el 8 de junio, se mencionan algunos casos locales de éxito como el programa “Jalisco sin hambre” o “Mercouma”, en la Ciudad de México.