El sistema respiratorio está compuesto por todos los órganos que ayudan al proceso de asimilación de oxígeno y eliminación de dióxido de carbono. Consta de cinco partes principales: nariz, boca, tráquea, pulmones y diafragma. Las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquiolos reciben el nombre de vías respiratorias.

El proceso mediante el cual ingresa aire desde exterior, para que la sangre se oxigene y se expulsen del cuerpo los gases nocivos, se llama respiración… Y eso es algo que seguro ya sabías.

Sin embargo, respirar no es algo en lo que las personas piensen todo el día, porque es un movimiento involuntario; pero cuando este sistema se obstruye por una gripe o alguna afección, es cuando recordamos su importancia.

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Hay que recordar que en las ciudades la calidad del aire es más baja, por lo que se registran más casos de enfermedades cardiacas, problemas respiratorios y cánceres del pulmón que en las zonas donde el aire es más limpio.

Algunos de los cuidados del sistema respiratorio pueden hacerse a diario, otros requieren de más tiempo.

Evitar sustancias dañinas

El humo de cigarro (propio o pasivo), la contaminación vehicular, los solventes y más son perjudiciales, así que evítalos de ser posible. Una manera de cuidarte cuando la calidad del aire sea mala, por ejemplo, es usar cubrebocas. No pasar por sitios con alto tránsito vehicular ayudará a que el aire contaminado no llegue a tus pulmones.

Cuida algunas plantas

Tener vegetación en casa, escuelas u oficinas es una buena manera de mejorar el aire, con lo que estarás protegiendo tu sistema respiratorio.

Entrenar al cuerpo

Los pulmones pueden volverse más resistentes con ejercicios aeróbicos, respiraciones profundas, retener el aire por algunos segundos, correr, caminar y visitar lugares purificados de vez en cuando. Una buena hidratación también es clave, ya que los pulmones necesitan de la lubricación que obtienen del consumo de líquidos, sobre todo agua purificada.

Alejarse de personas enfermas

Es importante mantenerse protegido en época de frío. Ayuda mucho cubrir boca y nariz si ha bajado mucho la temperatura antes de salir al exterior, pues el aire no debe entrar tan frío a los pulmones. En caso de resfríos o afectaciones respiratorias, es pertinente mantener limpia la nariz, asearla adecuadamente, mantenerse hidratado y consumir alimentos con vitamina C.