El stealthing, un término que en inglés significa "en sigilo" o "secretamente" es el nombre que se le da al hecho de que un hombre se retire el condón durante una relación sin el consentimiento de su pareja, lo que es considerado como una forma de abuso sexual.

Aunque el término suena poco conocido, estudios han señalado que esta práctica es más común de lo que creemos.

De acuerdo con un estudio, realizado por Alexandra Brodsky y publicado en el Columbia Journal of Gender and Law, este acto es denominado como “violación adyacente”, ya que es una forma de abuso sexual que viola todo tipo de consentimiento.

El estudio mostró que, las víctimas no sabían si debían clasificarlo como “violación”, aunque todas coincidieron en que no solo les preocupaba el hecho de poder contraer algún tipo de enfermedad de transmisión sexual o quedarse embarazadas.

La investigadora señaló que sus reacciones eran muy similares a las de las víctimas de violación.

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Al respecto, el portal de noticias La Vanguardia destacó que “la decisión de mantener relaciones sexuales con o sin protección debería de ser mutua. Si uno de los miembros de la pareja no está cómodo con cualquier cosa de las que sucedan, el otro está violando su consentimiento”.

Por ser algo “nuevo” o de lo que la gente no suele hablar, este tipo de actos no están considerados como un delito.

“Aunque no está contemplado por ley, el quitarse el preservativo sin un consentimiento es una acción dañina y en ocasiones dirigida por el género, es una forma de violencia sexual”, señaló Brodsky.

“El daño que sufren las víctimas, dejando claro que el stealthing no es solo sentirte violado, sino que lo es”, agregó.

En California, ya hay un proyecto de ley que busca castigar el stealthing. De acuerdo con medios locales, la iniciativa ya fue enviada por legisladores directamente al gobernador de la entidad, Gavin Newson.

Según la estación KCRW, de ser firmada esta iniciativa, California se convertiría en la primera entidad de Estados Unidos en considerar como delito civil el stealthing.

Si el proyecto se convierte en ley, el stealthing podría ser juzgado y las demandas podrían resultar en castigos financieros, incluida la cobertura de facturas médicas y psicoterapia, destacó Brodsky.

Como está la propuesta de los legisladores de California, considera Brodsky, se ayudará a empoderar a las víctimas, cosa que muchas veces no sucede… ya que en otros casos de agresión sexual es la policía y los fiscales quienes deciden si la denuncia avanza o no. “Con un proyecto de ley civil como este de California, es la propia víctima la que toma esa decisión”.