Una de las estructuras más representativas de la capital poblana por no decir la más importante y con mayor renombre es el Zócalo de Puebla, muchas personalidades han caminado sobre esta plancha llena de historia y antigüedad ya que lleva el mismo tiempo de existir que la misma ciudad, fue fundada en 1531 a la par con la fundación de Puebla.

Se le conocía con el nombre de "Cuetlaxcuapan" (lugar donde mudan de piel las culebras) pero fue hasta el año de 1905 cuando los visitantes y los vecinos aledaños le empiezan a llamar Zócalo como actualmente todos le conocemos.

Dentro del Zócalo se pueden encontrar una serie de monumentos que son reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, en esta ocasión hablaremos del icono más relevante de este lugar: La Fuente de San Miguel Arcángel.

La Ciudad de Puebla fue encomendada a San Miguel Arcángel desde su fundación, de ahí el sobrenombre de Angelópolis, esta ciudad es una ciudad de ángeles sin duda alguna.

La famosa fuente está soportada por una columna de piedra, sostenida por cuatro ángeles y en el centro ocupa su lugar por el ya mencionado San Miguel.

Durante el siglo XVIII fue diseñada por el arquitecto Juan Antonio de Santa María de Inchaúrregui. Tomó forma al ser tallada por Anselmo Martinez y José Francisco Rabanillo. Oficialmente es inaugurada el 23 de junio de 1777.

La Fuente se construyó con el único propósito de ser el principal centro de abastecimiento y suministro de agua dulce para los ciudadanos de la ciudad. Se dice que fue ubicada en Portal Morelos y fue ahí que abastecía de agua a los vecinos de esa zona. En 1873 la fuente fue trasladada al Paseo de San Francisco y por último fue movida al Zócalo en 1962, esto por la conmemoración del Centenario de La Batalla de Puebla.

Todos en algún momento de nuestras vida hemos citado a un amigo, pareja o conocido en este punto de la Ciudad, al menos una vez nos hemos tomado una selfie o algún turista nos ha pedido apoyo para llevarse un recuerdo de nuestra bella Angelópolis en una fotografía, la Fuente de San Miguel se ha prestado como imagen para describir Puebla, ha sufrido varias transformaciones por diversas situaciones de conflicto social pero gracias al mantenimiento que se ha sometido sigue conservando su belleza y seguirá así para las futuras generaciones de poblanos y turistas de todas partes de mundo.