De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el COVID-19 provocó que casi 6.3 millones de mexicanos dejaran de pertenecer a la clase media.

En 2018, el 55.8% de los mexicanos eran pobres, pero esta proporción subió al 62%, en 2020, como efecto de la pandemia. Esto significa que México continúa siendo un país predominantemente pobre, a pesar de los avances de los años anteriores.

En México, hay un millón 23 mil 4 personas pertenecientes a la clase alta, es decir, apenas el 0.8% de la población mexicana.

En promedio, los hogares de clase baja ganan 11 mil 343 pesos, mientras que los de clase alta ingresan 77 mil 975 pesos al mes.

No obstante, los hogares de la clase media tienen ingresos mensuales de 22 mil 297 pesos aproximadamente. Aunque entre los clasemedieros también se consideran a las personas que ganan máximo hasta 48 mil 330 pesos al mes y un mínimo de 10 mil 7 pesos.

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Para medir la clase media en México, el instituto también toma en cuenta, además del ingreso, patrones de consumo actualizados, acceso a educación, entre otros factores.

Desde el punto de vista de su consumo, los servicios en el mercado privado a los que tienen acceso los hogares de clase media son internet, en 74%; automóvil, 61.6%; TV de paga 55.3%; tarjeta de crédito, 41.7%; escuela privada 31.5%, y servicio doméstico, en 20.4%.

Tras los resultados de las elecciones intermedias de julio pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra este importante segmento de la población, a quienes calificó de “aspiracioncitas, egoístas y que quieren triunfar a toda costa”.

En su opinión, “un integrante de clase media-media, media-alta, incluso con licenciatura, con maestría, con doctorado, ¡no!, está muy difícil de convencer del proyecto de la 4T”.