El Relicario cumple 31 años
Agencias | La plaza El Relicario, nuestra plaza, cumple 31 años de existencia.

El Relicario cumple 31 años

Noviembre 19, 2019

Pisa morena, pisa con garbo, que un relicario, que un relicario te voy a hacer, con el trocito de mi capote que haya pisao, que haya pisao tan lindo pie,” así dice parte de la letra del pasodoble El Relicario.

Sí, El Relicario, tal como se llama la plaza de toros que hoy cumple 31 años de existencia. El recinto fue inaugurado el 19 de noviembre de 1988.

La plaza representa más que 31 años de corridas de toros, es parte de la historia, de la vida poblana. Se presentaron cantantes, grupos; hubo lucha libre, jaripeo, motocicletas acróbatas; actos políticos, religiosos, entre otras actividades, amén de ser parte de la cotidianidad de la ciudad.

La plaza se llama El Relicario porque durante su construcción se realizó una encuesta entre los aficionados a la tauromaquia para bautizarla.

El Nuevo Toreo de Puebla fue un nombre sugerido. Angelópolis, fue otro, porque además de identificar a la ciudad contiene parte del nombre de José Ángel López Lima. El Relicario fue la propuesta que recibió el mayor número de votos, influyó que a la ciudad de Puebla se le conoce como El Relicario de América, además del pasodoble.

Es sabido que la plaza la costeó José Ángel López Lima, un empresario y ganadero originario de Cuapiaxtla, una población tlaxcalteca. José Ángel fue el primer empresario de la Monumental de Apizaco, inaugurada en diciembre de 1986, asimismo organizó una feria en Huamantla.

Desde 1974, año que se demolió el Toreo de Puebla, la ciudad no tenía plaza de toros fija. Durante varios años la feria de mayo la organizaron diferentes empresarios en alguna plaza portátil, siempre en la zona de Los Fuertes.

En mayo de 1986 el empresario Raúl Coca Ramos construyó la plaza La Guadalupana, justo donde ahora está El Relicario, durante dos años ofreció la feria, las cosas no se dieron bien, el ingeniero Coca perdió dinero, decidió vender aquella plaza a los señores Ramírez, quienes la convirtieron en lo que ahora es el Palacio del Arte en la ciudad de Morelia.

Para la feria de 1988 no había intenciones del patronato de feria de realizar corridas. Fue entonces que Antonio Moreno Durán, era presidente de la Asociación Taurina de Puebla, habló con don Othón Necoechea para pedirle que rectificara la decisión. Moreno Durán se puso en contacto con López Lima para que organizara la feria taurina de aquel año.

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El serial se realizó en la plaza portátil San Rafael, propiedad de la familia Querencia con un éxito inusitado lleno en todos los festejos con los consecuentes resultados económicos, el empresario decidió realizar una novillada extra, solamente con una semana de publicidad la afición abarrotó los tendidos.

Aquella novillada extraordinaria realizada el 22 de mayo de 1988, fue el detonante para que José Ángel decidiera construir una plaza fija en la ciudad de Puebla. Actuaron en el mencionado festejo Rafael Ortega, Ángel García El Chaval y Marco Antonio Camacho. Quizá como recompensa de la vida, los tres se hicieron matadores en El Relicario, curiosamente en ese orden.

Con tales resultados, José Ángel López Lima decidió construir la plaza. Habló con las personas indicadas del gobierno, decidieron que Puebla tendría una plaza de toros fija.

Los arquitectos Gilberto de Yta, secretario de la Asociación Taurina y Abel Aguirre fueron los constructores.

El 18 de agosto se colocó la primera piedra, se festejó con una sensacional barbacoa de las que preparaba Antonio Sánchez; en un tiempo récord de 93 días se inauguró el nuevo recinto taurino de los poblanos con cupo para cinco mil aficionados.

Debe quedar claro que la plaza fue un regalo de José Ángel López Lima a los poblanos, no al gobierno. Sin embargo, se construyó en una zona histórica donde se efectuó la batalla contra los franceses en 1862, ese terreno es propiedad del gobierno estatal por tal motivo la tienen en custodia, aunque la realidad es que ya se la agenciaron; inclusive, la legislatura anterior decretó que se pusiera en venta. El Estado, por medio de la Secretaría de Finanzas, es quien la renta o la concesiona.

La condición que José Ángel puso para la construcción fue que él administrara el coso durante 10 años, le dijeron que sí, pero fue en forma verbal. Terminó el periodo gubernamental de Mariano Piña Olaya y le quitaron la plaza en noviembre de 1995.

Llegó el día

Aquel sábado 19, se colocó un listón en la puerta de cuadrillas de la plaza que lucía un lleno a reventar, Luis Castro El Soldado lo cortó, en seguida los espadas partieron plaza. López Lima dio una vuelta al ruedo antes que saliera el primero de la tarde.

David Silveti le cortó una oreja a sus dos enemigos; Jorge le echó voluntad a los dos de su lote y al de regalo; Vicente Ruiz El Soro, estuvo sensacional con las banderillas, aún se recuerda ese par del remolino; el torero dio dos giros yendo hacia el toro, cuando éste ya le hacía el viaje al torero.

Fundador, fue el primero en salir al ruedo marcado con el número 96. Siguió Poblano el No. 92. Cochero fue el tercero, número 50. Toda una Vida fue el 90. Inolvidable salió en el lugar de honor, tuvo el número 365. Aquel Señor el 97; el de regalo fue Pistachero número 346. La ganadería fue Reyes Huerta.

Gonzalo Macías Galaviz fungió como juez, llevando a Armando El Güero Zeleny de asesor, ambos ya fallecidos. Fernando García Rascón, vigente en ese cargo, fungió como juez de callejón. El veterinario fue Benjamín Calva Rodríguez.

Jaime Paredes Ugarte, fallecido, fue el médico de plaza. El alguacil que hizo el primer paseíllo fue José Luis Quintero Pérez, ahora es parte de los monosabios. El servicio de plaza y monosabios estuvo a cargo de Francisco Peralta El Pera. Gustavo Rugerio El Lobo, actual jefe de los servicios de plaza, fue parte de aquel grupo. José Ortega Pepito, ya fallecido, mostró el pizarrón con los nombres de los toros.

De las cuadrillas actuantes, sigue en activo el banderillero Fermín Quiroz, estuvo con Silveti, Ángel Devo ejecutó el primer puyazo, Sergio Lozornio clavó el primer par de banderillas.

Actualmente el coso lo administra Don Bull Productions, la empresa tiene como cabeza a Pedro Haces, quien junto con sus socios deben lograr que la gente asista a los festejos, para regresar el auge a la plaza.

A pesar que se pensaba que el coso cumpleañero iba a ser demolido, sigue de pie.

¡Felicidades Puebla, felicidades taurinos!

La plaza El Relicario, nuestra plaza, cumple 31 años de existencia.